OPINIÓN | ANDRÉS GARCÍA CRUZ.-
Xóchilt Gálvez Ruiz se ha convertido en la primera aspirante oficial a la presidencia de la república que contenderá en el 2024, bueno, falta esperar los tiempos legales, pero es más que evidente que nos encontramos ante un trámite; con ello le ha ganado, cuando menos en tiempos, al oficialismo.
Al presidente se le esta alborotando el gallinero con la polarización entre Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, pues el segundo en reiteradas ocasiones ha hecho pública su inconformidad con lo que él considera «desaseo» en el proceso de selección del coordinador nacional de los comités de defensa de la cuarta transformación, es decir, el candidato o candidata presidencial de MORENA.
Será el próximo seis de septiembre cuando conoceremos al segundo contendiente para el 2024 y, todo indica que será Claudia Sheinbaum, así que a Marcelo Ebrard solo le queda una vela encendida llamada Movimiento Ciudadano. Sin lugar a dudas a este partido le caerá como “anillo al dedo” un candidato posicionado y competitivo como el carnal Marcelo y, si durante el transcurrir de los nueve meses que le faltan al proceso electoral, la candidata del oficialismo se desinfla o deja de crecer, el presidente tendrá la opción de un plan “B” en Movimiento Ciudadano.
En el ámbito local tampoco hay sorpresas, tal y como se esperaba el Consejo General del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca, aprobó ya el registro de un nuevo partido político local denominado Movimiento Unificador de Jóvenes en el Estado y sus Regiones “MUJER” partido político que por disposiciones legales tendrá que competir solo, así es que en el próximo proceso electoral veremos una lucha encarnizada de los partidos políticos locales para salvar el registro.
Así es que en Oaxaca tenemos once partidos políticos entre nacionales y locales, mismos que deberán aplicarse si quieren seguir disfrutando de las prerrogativas, cada partido tendrá que asegurarse de obtener entre 60 o 70 mil votos si es que la elección se desarrolla de manera normal, pero si las campañas cumplen con su objetivo y la ciudadanía participa por arriba del 65% de la lista nominal, indudablemente habrá que decirle adiós cuando menos a tres partidos políticos.