Andrés García Cruz.-
¿Quién no ha visitado Santa Catarina Juquila? Uno de los centros religiosos mas importantes de nuestro país o por lo menos uno de los tres primeros, miles y miles de historias de “milagros” que se derrumbaron ante la incapacidad de los gobiernos estatal y federal, los intereses de grupos y la apatía de la ciudadanía.
En este municipio enclavado en el corazón de la región chatina, se encuentra el centro ceremonial conocido como el pedimento; el sitio se había convertido ya en una parada obligatoria dentro del itinerario de las personas que visitaban el municipio, visitar Juquila y no visitar el pedimento era equivalente a no haber ido.
Un lugar donde existían alrededor de 150 comerciantes que expendían artículos religiosos, artesanías y alimentos propios de la región, entre muchos otros productos; principal fuente de ingresos de los taxistas locales de la Ciudad de Juquila, en fin en ese sitio de fe, era un pilar de la economía de Juquila y de la región que hoy solo queda en el recuerdo.
La puerta de la costa chica de Oaxaca, hoy parece acostumbrarse, resignarse a vivir sin esta fuente de ingresos y la derrama económica que este centro ceremonial propiciaba, como dice el dicho “ni para Dios, ni para el diablo”.
Han pasado algunos años, no sabemos cuantos mas pasarán, pero se guarda la esperanza de que algún día no muy lejano se pueda recuperar el esplendor de santa Catarina Juquila y este pueblo de fe, vuelva a ser un referente nacional e internacional.
La experiencia que deja este conflicto, es que con la violencia y división, nadie gana, al contrario, todos pierden, creemos en los milagros y sabemos que el conflicto que originó el cierre del pedimento algún día será superado y la hermandad de los pueblos chatinos será mas fuerte que nunca, volveremos a ver las cabalgatas los 25 de julio de Juquila a Santiago Yaitepec, volveremos también a ver a los habitantes de Santiago Yaitepec vendiendo sus jamoncillos y sus blusas bordadas a mano en Santa Catarina Juquila, y a miles y miles de personas visitando el pedimento, lugar donde según la historia, un párroco oficio la misa donde el pueblo juquileño le pidió a la virgen que ya no se regresara más a Santa María Amialtepec.