CONTEXTO
Durante los últimos días han surgido cambios insospechados en el escenario político nacional, el proceso de elección de la coordinadora del Frente Amplio por México es una muestra muy clara de lo que ello significa. La aparición y crecimiento de Xóchitl Gálvez, así como el resurgimiento de una competitiva Beatriz Paredes, despertaron el interés de diversos segmentos de la población que hasta entonces no se sentían representados por los personajes políticos que protagonizaban la vida pública del país; por enésima vez, la realidad reafirma esa frase tan trillada como vigente “en política nada está escrito”.
En este orden de ideas es necesario resaltar que resulta casi inevitable que el escenario político estatal sea influenciado por el contexto nacional; sin embargo parece que la dicotomía tan marcada entre MORENA y sus partidos satélite y el Frente Amplio por México no tendrá réplica en Oaxaca y, aunque al igual que en el escenario nacional el partido oficial es el enemigo a vencer, en el otro bando, el reto del 2024 encuentra a las dirigencias partidarias locales del FAM desencanchadas y sin la capacidad ni la voluntad de al menos retener a sus cuadros políticos y operadores territoriales; están apostando claramente a cosechar los remanentes políticos del efecto “Xóchitl”.
ÁREAS DE OPORTUNIDAD
En Oaxaca tenemos ahora cuatro partidos políticos locales; 3 de ellos ya existían, Nueva Alianza, Fuerza por México y Unidad Popular, los tres caracterizados por sus divisiones internas y la prevalencia de un estilo cupular y autócrata de sus dirigencias.
En este escenario tropicalísimo, aparece el partido Movimiento Unificador de Jóvenes en el Estado y sus Regiones “MUJER” que en sus primeras apariciones públicas ha exhibido que cuenta entre sus filas con propuestas nuevas, pero conocidas. Es decir, por un lado han procurado integrar a personas (mujeres en su mayoría) ajenas al ambiente político y por el otro se han fortalecido con liderazgos que conocen y saben operar el territorio y, que a través de su trabajo y resultados electorales han encumbrado a reconocidos políticos del ámbito estatal. Edilberto Pacheco Sarmiento y Azucena Hernández Vásquez (agenta municipal de San Martín Mexicapam) son tan solo una prueba de ello, pero estoy seguro que al analizar con detenimiento la alineación del comité estatal del recién conformado partido político, se encontrará usted con perfiles a los que solo les hacía falta una oportunidad para ser usufructuarios de su propio capital político.
RESISTIR A LAS TENTACIONES Y SALIDAS “FÁCILES”
Como ya he señalado el enemigo a vencer (para el resto de los partidos políticos) será MORENA, pero es previsible que siendo el partido en el poder tenga más aspirantes que acuerdos y candidaturas, situación que ocasionará fracturas en cada uno de los distritos y municipios que elegirán respectivamente a sus diputados federales, locales y concejales, lo mismo pasará con los partidos del FAM, aunque en menor medida, o tal vez no, y será grande la tentación de cometer el error de reciclar adiestra y siniestra a todos los candidatos rechazados de las demás fuerzas políticas. No es que esta práctica sea del todo reprochable (habiendo un registro que asegurar) pero la dirigencia tendrá que distinguir y equilibrar con agudeza, cuales de estos aspirantes políticos representan un fortalecimiento para los números del nuevo partido y elegir muy bien en qué municipios y distritos será necesario oxigenar con nuevas y competitivas propuestas políticas. Es esta delgada línea donde justamente radicará el éxito o el fracaso del naciente proyecto político “MUJER”.