Todos los partidos políticos bailan y seguirán bailando al son que les toquen desde palacio nacional, el huésped de allí quizás no sepa gobernar, pero de lo que sí sabe y sabe mucho es cómo ganar elecciones. Lanzó como carnada a sus corcholatas para que se desengañaran, los partidos opositores y la sociedad civil se fueron con la finta y cayeron en la trampa, a estas alturas del partido, en el momento que él así lo decida, la autoridad electoral -evidentemente controlada por el ejecutivo- tendrá elementos de sobra para expulsar del juego al contendiente que más convenga.
Hoy parece que el árbitro electoral finalmente despertó del sueño de los justos y haciendo uso de una analogía futbolera los ha pintado a todos con un amarillo de tono amenazador. Ahora se han visto obligados a borrar sus bardas, bajar espectaculares, retirar publicaciones de internet y cuidar sus comprobaciones de gastos o de lo contrario les sacarán una segunda amarilla y adiós al partido.
Ya con aspirantes y suspirantes amonestados y cansados, ha llegado la hora de meter al jugador que le ganara la partida, porque a él, es lo que realmente le importa, ganar el juego, ganar las elecciones de 2024, la transparencia, el combate a la corrupción, la seguridad, son asuntos que no le quitan el sueño y eso ya todos lo sabemos.
Su estrategia será incluir a Movimiento Ciudadano a la coalición oficialista y que este partido ponga el candidato a la presidencia de la república, ya vio, ya se desengaño y se desengañaron sus corcholatas que la sola irrupción de la señora X pone en riesgo la continuidad de su proyecto mas allá del 2024 y claro ese riesgo, no lo quiere correr.
Aquí es donde cobra relevancia la frase de Dante Delgado “con el PRI y el PAN ni a la esquina” y la campaña que realizó este partido en las pasadas elecciones en el estado de México; López Obrador sabe como controlarlos, ya dio señales con Xóchitl Gálvez, utilizara todo el poder del Estado para someter a sus detractores y si no me creen pregúntenle a Ricardo Anaya o Alejandro Moreno, por citar dos ejemplos.
Este fin de semana López Obrador realizó una gira de trabajo en Nuevo León, supervisó las obras del acueducto “ el cuchillo II” junto con Samuel García, Gobernador de esa entidad; casualidad, no lo creo, ya veremos como se mueven tanto Samuel García, como Luis Donaldo Colosio en los próximos días. Tanto MC como sus aspirantes no han hecho campañas adelantadas, están legalmente a salvo.
En política “cuando dices que no, significa que sí” y aplica perfectamente a cualquier candidato de Movimiento Ciudadano, quienes al ser cuestionados sobre sus aspiraciones respondían que no, mientras observaban cómodamente el desarrollo de las campañas adelantadas de los candidatos de ambos bandos antagónicos. Así, iniciaremos el proceso electoral el próximo mes de septiembre, con una coalición oficialista con candidatos que han infringido abiertamente la ley y que por lo pronto están advertidos que de continuar en esa ruta terminarán inhabilitados, un frente opositor cuyos aspirantes también están bailando en la cuerda floja y un Movimiento Ciudadano que con cualquiera de sus candidatos adoptado por la coalición oficialista le quitaría cualquier preocupación al presidente y que derrotaría ahora sí moralmente al frente opositor.
Aunado a lo anterior el equipo de corcholatas que integra la coalición oficialista se ve mas unido, mas fuerte, mientras que en el equipo del frente opositor la única jugadora que va arrastrando a este equipo es Xochitl Gálvez Ruiz y no es que los demás no sepan, sino que son tan malos que la jalan pero en sentido contrario, están literalmente con la cola entre las patas, pero en fin esto apenas comenzará oficialmente.